By Dr. Gabriela Lemus, Maryland Latinos Unidos, and Veronica Cool, Cool & Associates LLC
Mientras nuestro país avanza en la recuperación, las nuevas variantes del COVID-19 siguen siendo una amenaza tanto para la salud pública como para la economía, especialmente entre las minorías más vulnerables. La lucha contra el COVID-19 no ha terminado para los latinos de Maryland. En los más de dos años que han transcurrido desde el inicio de la pandemia, muchas familias latinas han perdido a seres queridos, que a menudo contribuían a los ingresos familiares o eran cuidadores de niños, y han sufrido un gran deterioro en el acceso a la vivienda y la alimentación, con un gran impacto en la salud física y mental.
En abril de 2022, un estudio realizado por la Academia Americana de Pediatría (AAP) reveló que los jóvenes hispanos/latinos de Estados Unidos padecen inseguridad alimentaria y experimentan de forma desproporcionada resultados metabólicos adversos en comparación con otros jóvenes del país. Esta realidad tiene graves consecuencias para la comunidad latina, ya que abre la puerta a un aumento de la obesidad y hace que estos jóvenes sean más vulnerables a enfermedades crónicas a largo plazo como la hipertensión y el colesterol alto. Además, la salud mental se convirtió en un problema creciente para los niños y jóvenes durante la pandemia, especialmente entre los once y los veinticinco años, y con una incidencia especialmente alta en los hogares de inmigrantes:
La desigualdad en el acceso a la sanidad no es nueva. COVID-19 puso de manifiesto las deficiencias y desigualdades que ya estaban presentes en el sistema sanitario de Maryland y que tanto afectan a la comunidad latina. La inadecuación de los sistemas de información existentes para identificar el riesgo y el impacto del virus en la población latina tuvo una implicación significativa a la hora de permitir al estado de Maryland y a las comunidades locales proporcionar los recursos necesarios para responder a la pandemia. Aunque la vacunación generalizada fue y sigue siendo la estrategia fundamental para acabar con la pandemia, todavía hay un número significativo de latinos que dudan de la seguridad y eficacia de la vacuna COVID-19, incluso hoy, cuando ya estamos entrando en la fase post-pandémica.
Por eso es vital generar confianza en esas comunidades. Los latinos no acceden a la atención sanitaria por diversas razones, pero la desconfianza y el miedo crecen peligrosamente cuando se ven alimentados por la difusión generalizada de información falsa o errónea. Sin la presencia constante de fuentes de información fiables y bien informadas, que puedan comunicarse claramente en español y que comprendan las preocupaciones y los problemas a los que se enfrentan los latinos, estas barreras seguirán afectando a la salud general de la comunidad.
Desde el principio de la pandemia, hubo una falta de educación sobre el COVID-19 y sobre la vacunación en español. La información falsa o engañosa llenó el vacío informativo causado por la falta de acceso del público latino a ayuda experta y fiable en su idioma. Además, el miedo generalizado en la comunidad latina en relación con el estatus migratorio y los riesgos de deportación tuvo un gran impacto en la decisión de vacunarse o no.
Para superar la disparidad en el acceso a la salud de los latinos y lograr la aceptación de la vacuna COVID-19, es necesario tener en cuenta el papel que desempeñan el racismo, la xenofobia, la marginalidad social y económica, los sistemas de creencias específicos de su cultura y la desconfianza en las instituciones. En estos momentos, necesitamos mejorar el nivel de vacunación entre los jóvenes latinos y aumentar el número de latinos adultos que reciben su dosis de refuerzo. Por lo tanto, los mensajes de salud pública y las acciones para acabar con las dudas y la desinformación deben considerar y abordar los temores de los latinos, al tiempo que promueven la vacunación y la prevención como la única forma de superar la pandemia en la comunidad hispana y en todo el estado.
Los mensajes de salud pública deben seguir desmontando mitos sobre el propio proceso de vacunación, garantizando que las comunidades tengan acceso a información de calidad. En todo este tiempo, se han liberado pocos recursos financieros en el estado para la traducción o adaptación de información que sea culturalmente relevante y apropiada para llegar a oídos de quienes más la necesitan: Los latinos que aún no han sido vacunados. La comunidad latina de Maryland simplemente no está bien informada.
En cambio, en las zonas geográficas con mayor densidad de población latina, donde el gobierno local orientó mejor sus esfuerzos de divulgación comunitaria, los niveles de vacunación fueron mucho más altos. ¿Cómo lo consiguieron? Sumando las voces de líderes con presencia en la comunidad latina que motivaron a la comunidad hispana a vacunarse. Hay que generar un enfoque comunitario coherente y específicamente diseñado, y hay que comunicarlo a través de voces de confianza que provengan del centro de la comunidad, como los equipos de trabajadores comunitarios de la salud, o Community Health Workers.
Este tipo de campañas requieren recursos específicos dedicados, como los disponibles a través de la Baltimore Community Foundation. Los recursos deben llegar a organizaciones comunitarias con un liderazgo probado dentro de las comunidades en cuestión, por eso es tan importante comunicar e informar sobre estas oportunidades disponibles para garantizar que las organizaciones dirigidas por latinos las conozcan y puedan solicitarlas. Con eventos, información y acciones concretas, promovidas por organizaciones con presencia en la comunidad latina, es posible acabar con las dudas sobre la vacunación
La fecha límite para solicitar la subvención del Fondo para promover la vacunación contra el COVID-19 es el 30 de junio, y los fondos pueden utilizarse hasta el 30 de noviembre. La Baltimore Community Foundation está recibiendo y evaluando las solicitudes. Es necesario promover esta información. Para que la pandemia acabe para todos, incluidas las minorías, es importante que todos los actores sociales se impliquen y participen. Las dudas sobre la vacunación pueden abordarse con acciones financiadas mediante subvenciones como ésta, que pueden ayudar a garantizar que los latinos no se queden al margen en el futuro y se les incluya en los procesos de toma de decisiones para abordar sus necesidades sanitarias insatisfechas.
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